Ana Sofi Telletxea, en su intervención de ayer, ofreció la visión de Cáritas sobre la realidad de la pobreza y la exclusión social. Enumeró los factores de la exclusión, que según Caritas son: la carencia, la enfermedad, el aislamiento, la dependencia y el “sinsentido” e hizo hincapié en la importancia de redes sociales que ayuden y amparen al individuo en situación de vulnerabilidad. Miriam Santorcuato, de Askabide, habló del trabajo de la asociación a la que representa, desde parámetros de respeto por la dignidad de las prostitutas y destacó la pluralidad de ideas, creencias y procedencias de los voluntarios de su organziación y “la importancia del servicio a los demás desde los valores más humanos de la solidaridad”.
Juan Garibi, de Fiare, destacó que “lo importante es construir una sociedad distinta”. Narró del proceso de los últimos cinco años desde la creación de Fiare, que han supuesto para él “una confianza enorme en las instituciones y en las personas” y destacó el apoyo que la Iglesia de Bizkaia ha dado a Fiare desde sus inicios. Por su parte, Carlos Askunce de Reas, puso el acento en la importancia del decrecimiento, el desarrollo sostenible (menos para vivir mejor) y de priorizar la militancia económica personal, para la transformación social, además de la importancia de la educación para el cambio social.
Con estas jornadas, clausuradas ayer, el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral, de Bilbao, ha pretendido participar activamente en los debates sobre la crisis económica global y el horizonte que se dibuja a medio plazo respecto de los modelos productivos y de crecimiento. El ponente del lunes, Joaquín Arriola, profesor de Economía en la UPV, subrayó que existen profundas contradicciones en la interpretación de las causas de la actual crisis económica y repasó las diferentes visiones que sobre ella ofrecen los expertos. El martes, la profesora de la Universidad de Barcelona, Teresa Montagut, incidió en la importancia del compromiso con los menos favorecidos y que los ciudadanos entiendan que además de derechos tienen obligaciones para ejercer “una ciudadanía responsable”. Por su parte, el secretario de Cebek, Francisco Javier Aspiazu defendió que el crecimiento económico tiene que servir para redistribuir la riqueza y reflexionó sobre la necesidad de una regulación estricta y control de la actividad privada; además del respeto al medio ambiente y erradicación de la pobreza, incidiendo en la importancia de las personas y el mercado de trabajo y destacando que “El paro es un drama enorme para las quienes lo sufren y sus familias”.
