Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, en lo que llevamos de año se contabilizan 1.265 personas migrantes muertas intentando atravesar el Mediterráneo. En el comunicado que se leerá tras la concentración silenciosa, los convocantes denunciarán «la cantidad de dinero que se gasta en reforzar la seguridad fronteriza mientras la gente se muere de hambre y pierde la vida al cruzar». En esta ocasión la organización del Circulo corre a cargo de los grupos interculturales y la pastoral de migraciones de la Diócesis de Bilbao.
Hacer memoria
En las concentraciones se quiere hacer silencio y traer a la memoria y al corazón el sufrimiento y las esperanzas de tantas personas que huyen buscando una vida mejor. «En el silencio se hacen especialmente presente las heridas de la humanidad, el egoísmo que margina y no deja oír los gritos de los débiles. En el silencio percibimos que nada humano nos es ajeno«, señalan.
En la convocatoria se harán también eco de las devoluciones de menores desde Ceuta a Marruecos. «Estos menores – dicen– son nuestra obligación ética y legal Son niños y niñas que necesitan ser protegidos y solicitan nuestro amparo y ayuda. Ellos y ellas son una oportunidad para nuestra sociedad, y ante todo, son personas con derechos«.