Francisco Pinilla muestra una “alegría muy grande y algo de nervios” ante la próxima fecha de su ordenación, este sábado en la catedral. Nacido en Segovia hace 31 años, entró al seminario de Salamanca al cumplir la mayoría de edad. Hijo de un ermutarra y madre abulense, conoció a los seminaristas de Bilbao en un encuentro y se animó a realizar el proceso en la Diócesis en la que nació su padre. En su periodo de formación ha estado atendiendo las parroquias de Otxarkoaga-Txurdinaga y las de Basauri. Su primer destino como cura es el de la Unidad Pastoral Garbealde. Pinilla reconoce que se siente muy a gusto en la zona rural, porque así tendrá la oportunidad de “acompañar con más cercanía y escuchar a la gente”. Considera que una de las aportaciones que puede ofrecer un cura a esta sociedad es la de estar al lado de las personas que lo necesitan “durante las 24 horas del día”.
Pinilla quiere estar a pie de calle y no se ve tanto “organizando grandes eventos”. Le “tira mucho” la realidad de la misión y se define como una persona “bromista”. En cuanto a sus aficiones, es cinéfilo, lector de cómics y le gustan las series. Es un tecnólogo y considera que la aportación de la Iglesia al continente digital puede ser “muy enriquecedora para el mundo en el que vivimos”.
Ordenación diaconal de Alex Andreu
Se animó a entrar al seminario cuando un amigo suyo le invitó a acompañar a los seminaristas a una peregrinación a Lourdes. Aceptó, porque por aquél entonces estaba estudiando medicina y le atraía el mundo de la salud. Fue entonces cuando sintió que también quería ser parte del grupo “que vivía su vida y su fe de un modo que nunca se me había pasado por la cabeza”.
Este próximo sábado dará un paso más en su proceso y se ordenará diácono, la puerta anterior a la ordenación sacerdotal. Francisco y Alex estarán acompañados por muchos allegados en una celebración que presidirá el obispo de Bilbao y estará concelebrada por un gran número de presbíteros diocesanos.