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Bizkeliza 5 Portada 5 17 de octubre: Jornada de ayuno y de oración por la paz y la reconciliación
13.10.2023
En nombre de todos los Ordinarios de Tierra Santa

17 de octubre: Jornada de ayuno y de oración por la paz y la reconciliación

El patriarca latino de Jerusalén y presidente de la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa (AOCTS), Pierbattista Card. Pizzaballa, en nombre de los Ordinarios de Tierra Santa, invita a todas las parroquias y comunidades religiosas del mundo, a una jornada de ayuno y oración por la paz y la reconciliación, este próximo martes 17 de octubre.

«Pedimos que el martes 17 de octubre todos hagan un día de ayuno y abstinencia, y de oración. Los momentos de oración deben organizarse con la adoración eucarística y con el rosario a la Santísima Virgen. Probablemente en muchas partes de nuestras diócesis las circunstancias no permitan la reunión de grandes asambleas. En las parroquias, en las comunidades religiosas, en las familias, todavía será posible organizarse para tener momentos comunes de oración sencillos y sobrios».
(Asamblea de Católicos Ordinarios de Tierra Santa)

 Un día de ayuno y de oración por la paz

El patriarca latino de Jerusalén afirma que el dolor y la consternación por lo que está sucediendo son grandes. «Una vez más nos encontramos en medio de una crisis política y militar. De repente fuimos catapultados a un mar de violencia sin precedentes. El odio, que lamentablemente ya hemos experimentado durante demasiado tiempo, aumentará aún más, y la espiral de violencia que sigue creará más destrucción. Todo parece hablar de la muerte».

Pizzaballa señala que, en este momento de dolor y consternación, no quieren quedarse impotentes. «Y no podemos permitir que la muerte y sus aguijones (1 Cor 15,55) sean la única palabra que se escuche». Por eso -añade «sentimos la necesidad de orar, de volver nuestro corazón a Dios Padre. Sólo así podremos sacar la fuerza y la serenidad para vivir este tiempo, dirigiéndonos a Él, en oración de intercesión, de súplica, y también de clamor».

«Porque Dios no es Dios de desorden, sino de paz»
(1 Corintios 14,33)