La festividad de San Valentín de Berriotxoa ha vuelto a brillar tras dos años de pandemia. Elorrio y Bizkaia han honrado al santo en su día. En el monasterio de las monjas dominicas, donde el pequeño Valentín sirvió como monaguillo, han vivido unos días de ajetreo característico de estas fechas. El obrador ha estado a pleno rendimiento preparando los dulces para el día. Este año se han agotado todos. Las monjas se mostraban contentas, porque al fin y al cabo, es un pilar importante para el mantenimiento del convento.
El obispo, al igual que el año pasado, ha visitado a las dominicas antes de ir a celebrar la misa. Han mantenido una conversación distendida y tranquila, en la que han hablado, entre otras cuestiones, de la situación de la Iglesia en Bizkaia. Las monjas de clausura han comentado el obispo que en agosto, celebrarán la profesión temporal de dos de ellas.
La misa mayor del Día de San Valentín de Berriotxoa ha estado concurrida de fieles. Ha contado también con la participación del lendakari, el consejero y portavoz del Gobierno Vasco, Josu Erkoreka; el ex lendakari, José Antonio Ardanza; la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui; la alcaldesa de la localidad, Idoia Buruaga y varios concejales de Elorrio.
Cristianos perseguidos e inmigrantes muertos en Melilla
El obispo, en su homilía centrada en la vida del mártir, ha realizado varias alusiones a las personas que como en vida del santo, siguen estando perseguidas por su fe. Se ha acordado en particular de los dos jesuitas asesinados en México el pasado 20 de junio. Ha proseguido diciendo que «también aquí en nuestra tierra, comienzan a manifestarse con claridad algunas tensiones con las propuestas evangélicas«. Se ha referido en concreto, a los recientes sucesos de Melilla. Ha preguntado si la muerte de 40 jóvenes que «huían de la guerra y del hambre» no nos interpelan como creyentes a «defender que los derechos humanos y en concreto el derecho al refugio, no es el privilegio de unos, sino de toda persona nacida de mujer, independientemente de su color u origen».
Saludo de D. Ricardo Blázquez
Al finalizar la Eucaristía, el prelado bilbaíno ha enviado un saludo expreso de D. Ricardo Blázquez, quien a sus 80 años se ha retirado. El que fuera obispo de Bilbao antes que D. Mario Iceta ha vuelto a su lugar de origen, a Ávila y vive ahora allí junto a otros sacerdotes. Desde allí, ha querido enviar un recuerdo al pueblo de Elorrio y a Bizkaia en un día tan especial.