A pocos días del importante paso que va a dar, Imanol explica que antes de entrar en el Seminario, tras más de un año de dudas, finalmente pidió una excedencia y planteó al presidente de la Federación de Fútbol la cuestión, “él siempre me dejó la puerta abierta para volver cuando quisiera”. Dice que le costó “porque cuando tienes unos años, es importante dejar todo el entorno familiar amarrado. Una vez lo hice, pude dar el paso. Quiero dejar claro que la época de formación del seminario, es un tiempo de discernimiento. Uno puede tener una idea de lo que es la vocación y el ministerio, pero el contraste con la realidad te muestra el camino”.
A la pregunta de qué clase de cura quisiere ser, responde que “cercano. De estar con la gente”, sin grandes teologías, sin grandes teorías, sin grandes proyectos, “pero al final, si dentro de un montón de años alguien se acuerda de mí, bastaría con que digan que `hizo lo que pudo, con lo que tenía`, que no es poco».