Andén 1, el recurso para personas en activo que dispone Gizakia en Bailén, es un lugar preparado simbólicamente como si fuera un vagón de metro. “Nuestra idea es que inicien aquí el viaje con el objetivo final de llegar a la inserción social”. En el año 2018 han atendido a 876 personas, unas 248 se han derivado a otros centros para cubrir sus necesidades.
Estibaliz Barrón puso el acento en algunas cuestiones que preocupan a Gizakia como son “la normalización del consumo de cannabis entre la juventud», el aumento del consumo de diferentes drogas entre las mujeres o el consumo de alcohol, que es “la droga que más muertes provoca en el País Vasco es el alcohol, es la única droga con la que uno se puede morir de abstinencia”.
La directora de programas de la Fundación Gizakia refirió que “cuando se juntan variables de exclusión, la dificultad de respuesta social que tenemos es grande ya que no hay recursos específicos para mujeres adictas que además presentan problemas de violencia de género”. Por otra parte, mostró preocupación ante “la escalada de violencia que se está produciendo entre nuestros jóvenes”, a lo que quieren dar respuesta por medio de un programa piloto que han iniciado junto a las instituciones públicas.