Se pueden donar todo tipo de objetos aunque las voluntarias recomiendan que no sean ropa y calzado, ya que es Cáritas quien se encarga de recoger este tipo de entregas durante todo el año. Son ya 14 los años que se lleva celebrando y el éxito es mayor cada año. En su primera edición se recaudaron 450.000 pesetas y el pasado año el balance final fue de más de 2 millones (12.350 euros).
La cantidad recaudada se envía directamente a varias misiones como Los Ríos o Quevedo en Ecuador, Camiri y La paz en Bolivia, Congo o Camerún en África, La Habana en Cuba o Panamá. Son proyectos de ayuda en educación, hogares de niños enfermos, formación de mujeres de la selva o medicinas.
El grupo parroquial cuenta cada vez con más personas voluntarias en esta iniciativa cuyo principal motor es el espíritu misionero y que se sienten especialmente realizadas cuando reciben noticias directas de las personas a las que se ha destinado el dinero y de los proyectos que se han llevado a cabo gracias al mismo.
Es un grupo que está abierto a toda persona interesada por la situación que viven los pueblos empobrecidos de la tierra y la tarea que llevan a cabo los misioneros y para hablar de estos temas se reúnen habitualmente los primeros miércoles de cada mes , de 10 a 12 en el local de la parroquia de Nuestra Señora de Begoña.
Desde el 8 y hasta el 16 de diciembre y en horario de mañana de 11h a 13h y de tarde de 17.30h y hasta las 20h, el rastrillo abrirá de nuevo sus puertas con todas las donaciones de objetos que se hayan recibido y con la esperanza de que un año más, el esfuerzo realizado por todos tenga su recompensa para los misioneros que ayudan a los más empobrecidos.