En la primera ponencia sobre la búsqueda de una justicia que nos humanice, Jon Sobrino dijo no entender muy bien la palabra globalización para resaltar que lo que de verdad necesita este mundo es que haya justicia, una realidad sin opresores y oprimidos porque “el Norte del planeta sigue oprimiendo al Sur”, y citando a P. Casaldáliga añadió que “hoy hay más riqueza en el mundo, pero también más injusticia. África es el calabozo del mundo y a los emigrantes se les niega el suelo bajo los pies”.Insistió en que hay que reconocer a las víctimas y “bajarlas de la cruz. Los pobres no son perfectos pero las imperfecciones de quienes no somos pobres son más crueles”. Tuvo también un recuerdo para el ilustre bilbaino que da nombre a la sala donde se llevó a efecto el acto, para el Padre Arrupe, al citar que hay que buscar “una justicia de calidad”.
Juan Mari Aburto, por su parte, engarzó a la perfección con ese discurso “Disfrutamos de un nivel de riqueza pero no somos conscientes de ello y nos lleva a la insolidaridad…aquí no somos racistas pero no queremos al que no tiene nada que ofrecernos”.Sabedor del público al que se dirigía alertó de que la Administración no puede convertirse en mero financiador, ni las asociaciones del Tercer Sector en meros proveedores de servicios. Justo antes de lanzar un sincero y cariñoso guiño a su compañero de jornada elogiando el libro “Fuera de los pobres no hay salvación”, al que el teólogo jesuita y autor del libro mostró un expresivo agradecimiento, recordó que la suerte es una coyuntura que no debe condenar a las personas (“No se elije lo que más nos define”) y para eso ha de trabajar la Administración Pública: por la universalidad y equidad de su intervención social y por lograr políticas sólidas, sostenidas y sostenibles. Ambos, el teólogo y el político fueron despedidos con una cerrada y merecida ovación.
31.01.2008
Jon Sobrino y Juan Mari Aburto: dos visiones complementarias
El teólogo Jon Sobrino y el diputado de Acción Social Juan Mari Aburto compartieron ayer mesa de ponencias en Arrupe Etxea, en un acto organizado por Cáritas al que fueron invitadas asociaciones y ONG´s. Ofrecieron su visión sobre la justicia en el caso del jesuita recién llegado de El Salvador, y sobre el valor del tejido asociativo, en el del máximo responsable de la política social en Bizkaia.