Gugerotti explica que las devastaciones de la larga guerra y el reciente terremoto han puesto al descubierto, una vez más, «la fragilidad de las seguridades en las que la humanidad pone sus propias esperanzas, y nos han hecho sentir más fuertemente el deseo de echar raíces en la Roca de la fidelidad de Dios en la Pascua de Cristo, muerto y resucitado. Hemos dirigido la mirada a su imagen profanada, alguna semana atrás, por los actos vandálicos en la Iglesia de la Flagelación, a lo largo de la Vía Dolorosa, en Jerusalén. En ese Crucifijo mutilado se nos invita a reconocer el dolor de tantos hermanos y hermanas nuestros que, igualmente, han visto los cuerpos de sus seres queridos destrozados bajo los escombros o alcanzados por las bombas, y a recorrer con ellos, agarrando bien sus manos, la vía de la Cruz, sabiendo que todo sepulcro –precisamente como el de la Basílica de la Anástasis, o del Santo Sepulcro, de la Ciudad Santa– no es, ni lo será nunca en ningún tiempo, la última palabra sobre la vida del hombre».
En su informe para 2022, el Dicasterio para las Iglesias Orientales especifica que la Colecta para Tierra Santa es la principal fuente de sustento para la vida que se desarrolla en torno a los Santos Lugares y el instrumento que la Iglesia se ha dado para sostener a las comunidades eclesiales de Oriente Medio, y que la Custodia franciscana la Colecta del Viernes Santo puede salvaguardar los Santos Lugares, las piedras de la memoria, y fomentar la presencia cristiana, piedras vivas de Tierra Santa, a través de numerosas actividades de solidaridad, como el mantenimiento de estructuras pastorales, educativas, sanitarias y sociales.
Custodia de Tierra Santa
Por lo que respecta a la Custodia franciscana de Tierra Santa, en el bienio 2021/2022 se realizaron obras para los peregrinos y en favor de la comunidad local en Ain Karem, en Beit Sahour, en Betania (en el santuario de Marta, María y Lázaro), en Belén, Cafarnaún, Emaús y Jericó (en el lugar del bautismo de Jesús en el río Jordán), en Jerusalén, Ammán, Caná, Jaffa, Nazaret, y también llegó ayuda a Siria y Rodas; se llevaron a cabo proyectos en Líbano y se pagaron los salarios ordinarios de la Custodia. Además, se apoyaron 30 obras de la Asociación Pro Terra Sancta en Siria y Líbano.