La movilización contra el desalojo de un centenar de familias de La Yuca, liderada por dos misioneros vascos, culmina con éxito

     El conflicto surgió cuando la policía entró con una orden judicial a desalojar de sus tierras a más de un centenar de familias campesinas de La Yuca, una de las zonas más empobrecidas del país. Esa orden consideraba válida la reclamación de más de cuatro mil hectáreas por parte de una familia que nunca había vivido ni trabajado en esas tierras, y sin embargo eliminaba todo valor a los títulos de propiedad de los campesinos, otorgados en su día por el órgano competente.

     Benjamín Respaldiza y Aitor Arbaiza, miembros de las Misiones Diocesanas Vascas, han logrado en dos semanas, a través de la red, movilizar la solidaridad internacional, hasta el punto de forzar la visita de una comisión investigadora a la zona. Cuando ayer por la mañana manifestaban en directo, en Radio Popular de Bilbao a Koldo Campo, su esperanza en que la reunión que estaba a punto de producirse sobre el terreno en el que la policía ha desalojado a las familias y destruido sus casas, poco podían imaginar que el desenlace iba a ser tan inminente y satisfactorio: ”Se hizo una inspección por algunas casas destruidas; cuando llegamos a ver siete pensaron que era suficiente pues lo demás, hasta 39 era más de lo mismo. Casas de cemento destruidas hasta los cimientos y las de madera quemadas. Una gran excavadora iba allanando los terrenos y acumulando escombros. Todo era evidente. Al otro lado del puente había centenares de campesinos mantenidos por un alto contingente policial. Bajo un árbol se hizo una reunión y se decidió poner fin inmediato al desalojo y reunirse con el nuevo Gobernador.”

A la noticia de las destituciones del gobernador, Orlando Coello, y del intendente de policía, Mario del Rosario, responsable de los desalojos, se han añadido otras decisiones como que nadie será expulsado y que se legalizarán las propiedades que la última orden judicial había cuestionado. También que se investigarán los hechos y juzgará a los responsables, que el estado se hará cargo de los daños causados y que un contingente policial permanecerá en la zona mientras se evalúa la situación.

Por otra parte la mujer que había realizado la reclamación sobre las tierras que ha originado todo el conflicto va a tener que salir del lugar hoy mismo, y los campesinos van a recibir carpas donde cobijarse mientras se resuelven los distintos asuntos legales.”Creo que ha habido una gran victoria para los campesinos y una parte importante ha sido vuestro apoyo: el de La Procura, de las instituciones vascas, parroquias, prensa, televisión y vosotros amigos y amigas que no vamos a decir nombres pero que habéis trabajado de diversas maneras”, han concluido los dos misioneros vascos, felices por la resolución de un asunto en el que habían llegado a ser amenazados con la expulsión del país.