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21.04.2020
Será el noveno diácono permanente de la Diócesis  

La ordenación diaconal de Roberto Casas aplazada al 28 de junio

Roberto Casas Andrés será ordenado diácono permanente por el obispo diocesano, Mons. Mario Iceta, el día 28 de junio, a las 19:00 h., en la parroquia de San Vicente Mártir de Barakaldo. Debido a la crisis del Covid 19, la fecha inicial -19 de marzo-, había sido pospuesta a este próximo domingo, 26 de abril, pero dada la situación actual ha tenido que ser nuevamente aplazada al 28 de junio. Hemos pedido al colectivo del diaconado permanente que nos cuenten cómo están viviendo este tiempo duro de pandemia. “La comunidad diaconal –explican- seguimos encontrándonos por medio de internet, una buena ocasión para agradecer estos medios, gracias a los cuales ahora podemos mantener el contacto, la oración común y el contraste fraterno”.

En este mes que dura el estado de alarma, de forma paulatina la actividad pastoral directa ha ido modificándose en nuestras comunidades y unidades pastorales, “las principales actividades que hemos venido realizando –dicen– han tenido que ver con el acompañamiento de las familias en la despedida de sus difuntos, la acción de Cáritas y la vida de nuestras comunidades”.

Desde este colectivo destacan como especialmente significativo el acompañamiento a las familias de quienes han perdido un ser querido, acontecimiento que, si es cierto que es duro siempre, lo es más en este momento donde todo se vive en un total y doloroso anonimato. “Están siendo acciones que ayudan a un duelo a la luz de Jesús resucitado: la llamada telefónica a la familia, la concreción de la forma de despedida que se puede efectuar, bien el responso  en el cementerio -cuando puede realizarse-, o el encuentro online con la familia para mantener un sencillo momento oracional, la oferta del servicio diocesano ‘Agur, Egun Handira–Descansa en Paz´-valorado positivamente por buena parte de las familias-, y la disponibilidad a acompañarles en lo que consideren necesario hasta que pueda celebrarse el funeral”.

Cáritas

Otro campo de acción está siendo el apoyo a las Cáritas de las unidades pastorales que lo requieren. Socializar en las comunidades las acciones de “La solidaridad no cierra”, ayudar en el seguimiento de las personas, de forma especial a quienes esta situación les ha tocado vivir en la calle, colaborar en la tramitación extraordinaria de las ayudas, y últimamente en el diálogo con los servicios sociales de los ayuntamientos para detectar necesidades nuevas, están siendo acciones atendidas.

Pastoral del teléfono 

Cada uno desde sus territorios están en contacto con quienes forman las comunidades, este está siendo otro campo de acción privilegiado. Poner en acción la pastoral del teléfono y de las nuevas tecnologías”, para conocer la situación y necesidades de las personas más mayores, enfermas, solas o vulnerables, ofertar medios para la oración comunitaria en este tiempo de Cuaresma-Pascua, para la vivencia cristiana del domingo, y mantener encuentros on line con los grupos pastorales que dominan este medio, o que al menos se abren a intentarlo, todo ello sostenido en una oración intensa por tod@s. “En este sentido –resaltan- alguna experiencia de esta Semana Santa ha sido muy valorada por los participantes, al igual que la oferta de acompañamiento oracional”.

Pastoral de la Salud

Algún diácono sigue ofreciendo sus servicios en la pastoral de la salud, “más en concreto en el servicio religioso de un hospital para aquellos servicios que puedan ser necesarios, principalmente en las guardias nocturnas”.

Concluyen explicando que, como el resto de los miembros de nuestras comunidades, “compartimos la situación de algún diácono que, en su trabajo civil, junto a sus compañeros de trabajo, sufren las consecuencias del ERTE. Lo que nos hace interrogarnos como afrontar la crisis económica, cuando la sanitaria termine».

Está siendo también un momento para una mayor vivencia del tiempo en familia, «para poner de manifiesto la Iglesia doméstica a la que cada hogar está convocado. Un tiempo para acompañar más a los hijos e hijas, para atender a madres y padres en este momento de tan alta vulnerabilidad”. Hay también diáconos convalecientes de enfermedades, uno de ellos acostumbrado ya durante meses al aislamiento terapéutico afirma que este tiempo le está sirviendo “a vivir la Cuaresma y la Pascua -como lo fue el Adviento y la Navidad- de una manera especial, como tiempos fuertes”. 

Roberto Casas.