Pasado mañana viernes 28 de abril se conmemora el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo y el próximo lunes 1 de mayo, es el día de los trabajadores y las trabajadoras. Además, en Bizkaia, acabamos de celebrar este domingo, la III Jornada Diocesana por el Trabajo Digno.
Los Círculos de Silencio de abril, se harán eco hoy de la precariedad laboral que padecen tantas personas, muchas de ellas inmigrantes, bien cerca de nosotros. “Hablamos de precariedad laboral –explican desde la organización- cuando las condiciones del trabajo no permiten una mínima planificación de vida, ni lo que es peor, alcanzar el fin de mes sin muchos apuros económicos o no disponer de ingresos para cumplir puntualmente el pago de la hipoteca o el alquiler de la vivienda familiar. Sin olvidarnos de los jóvenes, que tienen enormes dificultades para emanciparse”.
En las concentraciones de esta tarde se incidirá especialmente en la situación de precariedad «que implica –dicen- vivir una vida insegura, ser más frágil, envejecer y morir antes de tiempo. Es ver proyectos frustrados. Vivir bajo la precariedad es, en muchas ocasiones, vivir con el miedo social a ser reemplazado/a bajo una amenaza constante: ‘si no lo haces tú lo hará otra persona’ lo cual no es más que un chantaje ante el ingente número de personas desempleadas dispuestas a lo que sea por salir de la precariedad, aunque sea a costa de aceptar un trabajo por un salario mísero, de mera subsistencia, con condiciones laborales injustas”.
La siguiente concentración tendrá lugar el día 31 de mayo, en los mismos lugares y horas.
