No hay otra organización no gubernamental que pueda destinar y destine 97 de cada 100 euros recibidos a su actividad solidaria, y esto es posible en Manos Unidas porque el trabajo lo realizan casi exclusivamente sus voluntarias. Y así lleva casi medio siglo financiando, parcial o totalmente casi mil proyectos cada año.
De los ingresos de 2005 (1.751.204 €) el 86% corresponde a fondos propios o privados que llegan de los socios, colaboradores, empresas, herencias, legados y recaudaciones en parroquias y colegios. El 14% restante son fondos públicos procedentes de subvenciones del Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Bizkaia y ayuntamientos.
El dinero recaudado el año pasado ha servido para financiar en la India un centro de educación y rehabilitación de discapacitados físicos y la construcción de un taller de formación profesional. También se han financiado varios proyectos en América Latina: un pozo en Perú, un comedor infantil en Nicaragua, una explotación ganadera en Guatemala y un programa de prevención del sida en Brasil. Con respecto a Africa se ha financiado un centro nutricional y sanitario en la República Democrática del Congo.
Con razón su delegada en Bizkaia, Mamen Arruti, que dejará este verano el cargo después de doce años, declaró a la revista diocesana Alkarren Barri, “No he tenido nunca dudas de que el dinero llegue a los proyectos”, y lo que es realmente digno de resaltar es que lo hace en una proporción desacostumbrada en la que los gastos de estructura no se “comen” más que un escaso 3% del total del presupuesto.