El ponente José María Pérez, turolense doctorado en catequética en Roma, se apoyó en un montaje realizado con Power Point para exponer durante una hora las maneras en las que se debe transmitir hoy en día la fe a los chavales, teniendo en cuenta la dificultad que conlleva el ambiente social contrario a la transmisión de estos valores: “Para poder trasladar nuestras creencia en un Dios tenemos primero que ser conscientes de que tenemos un auténtico tesoro y que nuestro producto es bueno.”
A lo largo de la charla, dio ejemplos de las maneras en las que se suele transmitir incorrectamente la fe y los modos de cambiar esas costumbres. Por un lado, expuso su opinión contraria a los discursos sin comprensión, la base del aprendizaje debe estar en el cariño. “Jesús de Nazaret se acercó a los niños y les dio abrazos antes de hablarles. Así, si nosotros queremos transmitir el Dios padre con amor, los niños tienen que descubrirlo en ese amor.” En la primera sesión hubo una asistencia mayoritaria de catequistas y profesores y también de familias, a las que dirigió una de sus reflexiones: “El niño debe descubrir en casa la confianza y esperanza. La familia es muy importante porque es muy difícil transmitir si los niños no se sienten amados; el reto de los padres es ser grandes evangelizadores.”
José María repartió entre el público hojas informativas, por un lado con el guión de la charla y por el otro, con varias representaciones gráficas de lo que significaba Dios para los adultos. Así por ejemplo, uno de ellos lo representó como un dato que a veces se pierde en el ordenador y que es imposible de encontrar, aunque sabes que está ahí y que es de gran ayuda tenerlo. Por eso uno de los puntos más importantes de la charla fue la utilización del lenguaje correcto para hablar a los niños de la religión. “Así como es muy fácil enseñar Ciencias Naturales porque el niño ve el árbol que le explicas, hablarle de un Dios que no ve es una tarea complicada”.
En primer lugar, resaltó la importancia del lenguaje narrativo y de utilizar parábolas que los chavales comprendan, como la de “El buen Samaritano”: “el educador debe ser un cuenta cuentos y los textos más difíciles es mejor dejarlos para más adelante.” Además, José María indicó la importancia del lenguaje simbólico: “En la Primera Comunión, por ejemplo, hay aspectos teológicos difíciles de comprender, hay que mostrarles la simbología del pan y del agua y los gestos de la eucaristía para que no los hagan automáticamente.”. La segunda sesión estuvo repleta de jóvenes que escucharon atentos la recomendación de que se realicen más misas dirigidas a los niños donde las canciones y oraciones sencillas sean las protagonistas.
En la charla, como actividad incluida del III Plan Diocesano de Evangelización, se presentó también el nuevo blog www.guregaztetxoa.blogspot.com y el calendario de acciones próximas del plan. Tras la gran acogida de las propuestas de José María Pérez Navarro, dos payasos se encargaron de sintetizar las principales “clownclusiones” de una manera divertida.