Monseñor Blázquez, en su homilía, ha destacado el espíritu jovial, respetuoso y amigable de D. Carmelo, “ha sido una persona amable y benevolente; ha amado y ha sido muy querido”. El obispo, también ha subrayado la lealtad que, con él mismo como obispo titular, ha demostrado D. Carmelo a lo largo de los casi 13 años en los que fue obispo auxiliar. Ha recordado también como, habiendo recibido el sacramento de la unción, Carmelo Echenagusía, les dijo citando a San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; en la vida y en la muerte somos del Señor”. Por último, Monseñor Blázquez ha destacado la tranquilidad y entereza con la que el fallecido, “avanzó hacia el encuentro definitivo con Jesucristo. Los que quedamos todavía en el mundo nos sentimos estimulados por su ejemplo”.
Mons. Carmelo Echenagusia Uribe, nació en Iurreta (Bizkaia) hace 76 años, y ha sido obispo auxiliar de Monseñor Blázquez desde 1995 hasta febrero de este mismo año. Fue formador y profesor en el Seminario Menor de Derio y realizó la licenciatura de Derecho Canónico en la Universidad Pontificia de Comillas. Además, durante la Administración Apostólica de Mons. Cirarda, fue nombrado Canciller Secretario y en el episcopado de Mons. Añoveros desempeñó el cargo de vicario territorial pasando a ser Vicario General con el obispo Luis María de Larrea. Euskaltzale abnegado, además de sus cursos para los seminaristas de Derio, fue profesor de la Asociación «Euskerazaleak» en la década de los 60 y cofundador y profesor durante 20 años del Instituto Diocesano «Labayru». Además, desde 1964, era miembro correspondiente de Euskaltzaindia (Academia de la Lengua Vasca), de la que hasta ahora ha sido miembro de honor.
06.11.2008
Multitudinaria despedida a D. Carmelo Echenagusia
Esta tarde, ha tenido lugar en la Basílica de Begoña el multitudinario funeral por Carmelo Echenagusia, obispo auxiliar emérito de Bilbao fallecido ayer jueves. El féretro, trasladado de la Casa de Espiritualidad donde había sido instalada la capilla ardiente, ha sido recibido a la entrada de la Basílica por Monseñor Blázquez, quién ha presidido la ceremonia concelebrada por más de un centenar de sacerdotes diocesanos y una docena de obispos. Numerosas personas siguieron la celebración en un templo lleno desde una hora antes del inicio. La celebración ha durado una hora y media y ha finalizado con una espontánea ovación al paso del féretro, fundida con el “Aleluya” interpretado por la Sociedad Coral de Bilbao.
