«Tradizioak mantentzen dauazan klub bat egotekotan, hori Athletic da». Fueron las primeras palabras que dirigió ayer el presidente del Athletic Club en la ofrenda a la Amatxu de Begoña. Su intervención fue bilingüe, por lo que repitió estas mismas palabras en castellano. «Si hay un club que lleva al máximo nivel las tradiciones es el Athletic y no podía faltar la ofrenda a la Amatxu de Begoña«.
El discurso del nuevo presidente fue el colofón de la celebración litúrgica, presidida por el presbítero José Luis Achótegui. El sacerdote puso el acento en los niños y niñas que están naciendo en este mundo. Llamó al presbiterio al grupo que anualmente acude al acto desde la Casa-Hogar Nuestra Señora de la Caridad El Refugio. El centro de acogida atiende a menores y adolescentes hasta los 18 años. Pidió a la Amatxu que les ayude a «reír, jugar, estudiar, compartir y a perdonar como Jesús».
A los jugadores y jugadoras les animó a seguir «dando buen ejemplo» y a mantenerse como «escuela de la no violencia».
Palabras del presidente
En su primera intervención en Begoña del presidente Jon Uriarte, se refirió a las tradiciones y recordó que, dentro de 8 años la ofrenda a la Amatxu cumplirá el siglo. Cien años «en los que el sentimiento rojiblanco siempre ha estado asociado a la Virgen. ¿Quién no ha rezado a la Amatxu de Begoña o quién no ha puesto velas para que nuestro equipo logre algún triunfo?», preguntó. Prosiguió diciendo que «lo nuestro es pura cuestión de fe«. Pidió a la Amatxu que ayude al equipo en «esta ilusionante temporada, que afrontamos con la máxima afición».
Ofreció a la Virgen «compromiso para hacer felices » a los aficionados y para honrar a los que «desgraciadamente, tras este periodo de pandemia, no nos acompañan«.
Al finalizar el acto, Miriam Cepeda, la organista de la basílica, tocó el himno del Athletic mientras los jugadores y las jugadoras se sacaban las fotos con los niños y niñas del Hogar y otras personas que acudieron al mismo. A la salida, las campanas de Begoña también repicaron por el equipo rojiblanco.