Durante la estancia han intercalado las visitas culturales y religiosas. En la primera jornada pudieron conocer las iglesias principales de la ciudad de Múnich, así como la universidad y la biblioteca. El martes visitaron la basílica de St. Michael, de estilo románico y la iglesia de Wies, de estilo barroco, así como el castillo de Neuschwanstein. El miércoles recorrieron los templos principales de Nürenberg y algunos de los lugares representativos de la historia nazi (museo y centro de celebraciones del día del partido).
Ayer jueves fue la última jornada de la peregrinación -hoy regresan a Bilbao-. El de ayer fue un día de oración y de recogimiento, «un momento de orar y pedir por todos los que sufrieron el horror de la Shoa (el holocausto)», señala Marcos, uno de los seminaristas que han participado en la peregrinación. «Estuvimos en Dachau, un lugar que nos anima a rezar y a pedir por la paz». Visitaron el campo de concentración y celebraron la misa en el convento carmelita de la Santa Sangre, que se encuentra en el mismo campo.