¿Son días especiales?
De mucha intensidad, pues suben muchos fieles a visitar a Begoña, y tenemos la Basílica abierta desde el lunes 14 a las 17,00 hasta el martes 15 a las 21,00 horas que es la última misa. Muchas personas llaman con días de antelación para saber los horarios de las misas, si se van a retransmitir, las intenciones…
¿Es complicado cubrir todas las misas?
La verdad, es que no es nada complicado , pues existe una tradición grande de venir a celebrar misa en Begoña por parte de muchos curas.
¿Sin la implicación del voluntariado sería posible organizar todo este `lío´?
Gracias a las personas voluntarias podemos ofrecer este servicio. Tenemos personas que ayudan en la liturgia con las lecturas y cantos, distribución de la comunión, colecta, venta de objetos en la tienda, organistas con Miriam y Pablo Cepeda, reposición de los veleros, los cofrades de Begoña, grupo de danzas…
¿Qué tiene la Amatxu para atraer a tantos fieles?
Todos necesitamos amar y ser amados, y en este ser amados por Dios es muy importante para nuestra fe. Disponer de un lugar de encuentro, de descanso, una Betania, en donde soy consciente de que Dios me ama tal y como soy. Aquí se junta la memoria y la gratitud. Memoria, pues otros me han traído hasta aquí a rezar en algún momento de mi vida. Gratitud, por esas personas que han sido muy importantes en mi vida y que hoy, de una manera especial, tenemos en nuestros pensamientos. Mucha gente sube a pedir, a dar gracias, a estar y sentir la mirada de Dios a través de María bajo la advocación de Begoña.
Galería de imágenes de la procesión náutica que tuvo lugar ayer desde Santurtzi a Bilbao con la Amatxu peregrina