La ceremonia de ordenación diaconal, paso previo a ordenarse sacerdote del seminarista Marco Antonio Muñoz reunió a muchas personas en el templo de Plentzia.
El obispo, en su homilía, habló de la capacidad de escucha “y de empatizar con la situación de las personas”. Dirigiéndose a Marco le dijo “yo creo que esa es una característica que tú tienes y que, de alguna forma, has reflejado y que refleja también esta asamblea en la que hay tanta gente que te ha conocido. Tanta gente que ha decidido acompañarte en este momento, porque realmente te reconocen alguna autoridad para empatizar, para sintonizar con la vida de mucha gente y para celebrar con ellos también algún aspecto de esa vida”.
Comunicar
También se refirió a la capacidad de comunicar “porque uno puede tener convicciones y saber escuchar, -dijo- pero quizá a la hora de hablar no es capaz de transmitir algo con fuerza o con verdad y aquí cada uno tiene su estilo. Por eso, hay muchos tipos de profetas, de profecías y muchos tipos de manera de comunicar, de transmitir, de motivar de dar esperanza, de animar y levantar a otras personas con palabras, a otras, a veces, con silencios, o con acciones oportunas. Capacidad que yo pido a Dios para ti, como reflejo de esa autoridad que hoy vas a recibir. Que sea inspiradora, porque está unido a la autoridad y a la capacidad de empatía y comunicación que tuvo Jesús”.
Caridad
“Por encima de todo caridad, -concluyó Segura– creando en todos los sitios en los que estés ambiente de respeto, ambiente de afecto y alegría. Demostrando que tienes capacidad de perdonar, con aquellos con los que hayas podido tener conflictos, con los que te sientes o se sienten más alejados de ti. Esa capacidad de estar siempre cercano, de no romper, ninguna relación y mantener siempre las relaciones abiertas y de cuidar con dedicación y con delicadeza a todas las personas a las que Dios ponga en tu camino. Lo mismo que Jesús actuaba cerca de todos y especialmente rompía barreras al acercarse a aquellos que por un motivo o por otro estaban marginados, como pueden ser los leprosos, los enfermos o el mismo Zaqueo. Eso es lo que te va a tocar, es lo que pido como autoridad también para ti”.
Agradecimientos
Al finalizar la celebración, Marco dirigió unas palabras a las personas asistentes. Habló de los inicios de su proceso vocacional y dedicó un tiempo a los agradecimientos comenzando por su familia. A su madre, “ayer hablaba con ella. Ha sido quien me trajo al mundo, es madre, es padre, es amiga y compañera. Madre, te amo con todo mi corazón”, a su hermana, a sus hermanos y sobrinos “a todos mis familiares, amigos y personas que me veis desde Ecuador”.
También tuvo un recuerdo especial hacia Aitor Uribelarrea -anterior rector del Seminario- “por ser ese instrumento por el que Dios me ha llamado”. Se dirigió agradecido al obispo, “por su confianza”. A D. Mario Iceta “que estuvo en ese primer paso de poder encontrarme aquí, con quien empecé este proceso y a los dos equipos formativos que he tenido”.
El agradecimiento también se hizo extensivo a los equipos, referentes parroquiales y grupos de los destinos pastorales en los que ha estado, muchos de ellos presentes en el acto de ayer “me hacen sentir querido”.
Se dirigió a las personas de la Unidad Pastoral (UP) de Alen, en Encartaciones. “Es donde empecé y sentí ese cariño y esa acogida cuando recién llegue de un país lejano, a un lugar, territorio y lengua desconocida, pero a una gente muy cercana que siempre me ha brindado ese cariño y esa cercanía”.
A la UP Errekarte “en la que también he ido aprendiendo “aquí hago memoria y recuerdo de Johnny Vargas, a quien tenemos en nuestras oraciones. Un paisano que ya se encuentra en los brazos del padre. Seguimos rezando por ti Johnny”.
Por último, la UP Uribe Kosta “donde he aprendido a vivir en Bizkaia y a inmiscuirme dentro de la sociedad”. En los otros destinos, sólo estaba durante el fin de semana. “Una pastoral muy completa de la que he aprendido mucho y todavía me queda mucho por aprender”.
Concluyó con el agradecimiento a sus lugares de formación. Se refirió a la Universidad, al Instituto Diocesano de Teología y Pastoral (IDTP). También hizo mención a los grupos con los que ha colaborado, la JMJ…, “gracias porque son y seguirán siendo parte de mi vocación”.
“Un agradecimiento especial a Borja Uriarte y a su familia -Uriarte Corral-. Gracias por vuestra cercanía. Dios te da una familia biológica, pero he podido sentir a lo lejos de mi país, una familia cercana que me ha acogido como un hijo adoptivo, como el quinto hijo”.
A los sacerdotes, diáconos, al rector y equipo de formadores y compañeros del Seminario. “Les pido que recen por mi y me enseñen a hacerme sacerdote. Gracias por acompañarme en este paso tan importante de mi vida”.
