José María Muñoz fue uno de los integrantes del grupo «Emen» de la Escuela Vasca en 1966. Este grupo vizcaíno estaba compuesto por la mayoría de los artistas más destacados del momento. Este grupo, reunió a perfiles de los más diversos. Estaban Agustín Ibarrola y María Dapena, también Dionisio Blanco, Gabriel Ramos Uranga, Javier Urquijo, José María Ucelay. Ricardo Iñurria; Pelayo Olaortua; Roberto Rodet; José de Lorenzo-Solís, Anselmo de Guezala, José Barceló, Carmelo García Barrena, Ángel Cañada, Alfonso Ramil; Vicente Larrea, Iñaki García Ergüin…, Y allí estaba José María Muñoz, responsable ya entonces de multitud de murales y del diseño de vidrieras de las nuevas iglesias que se construían y de aquellas que se restauraban; el sacerdote que había diseñado los vitrales más dinámicos y vigorosos, cuanto menos, de Euskadi: los correspondientes a la iglesia central del Seminario de Derio, inaugurada en 1960.
La obra de José María Muñoz está diseminada por edificios religiosos, publicaciones, cuadros y cuadernos, desde Ecuador hasta Francia, desde los años cincuenta a los noventa. Realizó también numerosos diseños para carteles, campañas, jornadas diocesanas o felicitaciones de Navidad… Precisamente, la felicitación navideña de la Diócesis de este año está ilustrada con la imagen de una vidriera (Natividad), obra de Muñoz y que se encuentra en la iglesia de San Félix de Cantalicio, Ortuella.
Muñoz, en Ecuador
Hace 5 años, al cumplirse el 20 aniversario del fallecimiento de Muñoz, la revista misionera Los Ríos publicó un reportaje, firmado por el misionero alavés JuanRa Etxebarria en el que se recordaba a Muñoz y su extensa obra: aquí