Las personas que participaron, la mayoría de ellas con alguna discapacidad, pudieron interactuar de diversas formas con los documentos. «Utilizaron la vista, el oído, el tacto y el olfato«, señala la directora Anabella Barroso. Durante la visita, además de las oportunas explicaciones sobre la historia y las entrañas del Archivo, las personas que participaron tuvieron la oportunidad de «tocar y reconocer de otra manera los soportes de los documentos».
La directora del Archivo se muestra muy satisfecha tras la experiencia que sirvió «para poner a prueba las instalaciones y también nuestra capacidad de transmisión de la importancia de los archivos y de los documentos para construir memoria e historia».
Vídeos en lenguaje de signos
El Archivo sigue dando pasos hacia la accesibilidad universal y con este motivo han puesto a disposición de las personas que lo necesiten un código QR para acceder a los vídeos en lenguaje de signos y otros materiales preparados para la ocasión en colaboración con el departamento de Euskera y de Comunicación.