Como es costumbre en Bidesari por estas fechas, ayer celebraron el encuentro-aniversario anual. Fue una oportunidad para compartir informaciones, exponer nuevos proyectos y sobre todo, para agradecer la «presencia acumulada que se crea con tantos momentos dedicados, ofrecidos para que la vida de las personas privadas de libertad tengan otra oportunidad«. Así lo manifestó Carlos Bargos, director de Caritas Bizkaia, desde la Junta Directiva.
Nuevos proyectos
Marian García, directora de Bidesari, realizó una vista panorámica de los proyectos y actividades realizadas durante el año pasado. Acciones mediatizadas por la situación anómala de la pandemia, pero que no impidió que se llevaran a cabo los programas de acompañamiento dentro y fuera de la prisión.
Se presentaron también dos proyectos iniciados durante este año como son: Ibiltzen y Mugituz. Con Mugituz se pretende que las personas privadas de libertad cuenten con «puentes entre el interior y la sociedad». Se aseguran el contacto con personas que realicen en el exterior las gestiones necesarias o algunas salidas de día que «permitan desarrollar diferentes competencias en el medio comunitario«. Son solo dos de los muchos objetivos que se incluyen dentro de este programa. Ibiltzen por su parte ofrece la posibilidad de ofrecer un servicio residencial de media estancia. La entidad cuenta con dos pisos con 5 plazas residenciales y otra 2 para permisos. Bidesari acompaña en estas estancias preparando para la vida autónoma a las personas que han salido de prisión.
Testimonio de Alain Arteagabeitia
Jorge Muriel, de Pastoral Penitenciaria, conoció a Alain y «como se ofreció para lo que se necesitara», le animó a dar testimonio a «los chavales«, en prisión. Ciertamente, su relato de vida es un ejemplo motivador para cualquiera que le escuche. Sus palabras iluminaron y enmudecieron al público que le escuchaba conteniendo la respiración. Habló, de superación, de esperanza, de las segundas oportunidades y sobre todo, de amor al prójimo.