El párroco Fernando Marcos explica que el obispo estuvo muy cercano «con una homilía en la que habló del trabajo de las comunidades de manera coordinada y de que nuestra fe no es optimista o pesimista, es una fe confiada en que Dios sabe más y estamos en buenas manos».

En la celebración «preciosa y muy participativa» a juicio de los asistentes, se leyó el decreto de Constitución de la Unidad Pastoral y se realizó el envío del Equipo Ministerial, 6 laicas y 2 laicos.
Por último, se bailó un Aurresku y hubo un lunch preparado por la empresa de inserción social «Lapiko catering».
«Desde luego, -concluye Fernando Marcos- un buen día para dar muchas gracias a Dios y a las comunidades por llegar a ser Unidad Pastoral. Ahora toca seguir trabajando en la viña del Reino».