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16.07.2009

130 personas animan las ADAP en verano

Las Asambleas Dominicales en Ausencia de Presbítero (ADAP) que se celebran habitualmente a lo largo del año en diversas territorios de nuestra diócesis continúan en verano su actividad animadas por 130 personas que, en este tiempo estival, atienden a cerca de 95 comunidades cristianas condicionadas por la necesidad de descanso de los presbíteros y por el aumento de fiestas tradicionales ligadas al santoral.

En nuestros pueblos y barrios, con el verano, llegan las fiestas y con ellas las celebraciones de la fe. En estas celebraciones nos encontramos los amigos, los vecinos, y las familias para hacer fiesta, estar juntos, sentarnos en torno a una misma mesa, que nos adelanta el sentido de la felicidad. Así, en los encuentros de la comunidad cristiana de muchas zonas de nuestra diócesis, se unen y reúnen quienes a lo largo del curso no están de forma habitual, y también algunos que recuerdan las tradiciones de sus lugares iniciales de vida.
En esta situación, Ana Berrizbeitia, de la Delegación Diocesana de Liturgia, apunta cómo, desde los territorios, las ADAP tratan de buscar “el modo de equilibrar la celebración de la Eucaristía y el Día del Señor con ADAP”. De esta manera, tanto en las vicarías que primero comenzaron, como en las que se han ido sumando a esta experiencia a lo largo de los años, “las comunidades pueden seguir contando con personas que animan estas celebraciones, si bien, con un horario más reducido y, adaptado a la época del año en la que estamos”.
La ADAP, es un acto litúrgico de la comunidad cristiana que cada domingo, a pesar de la ausencia de la eucaristía, se reúne respondiendo a la llamada del Señor. Esta experiencia, con 20 años de recorrido en Bizkaia, comenzó en Arratia y en Carranza y, a lo largo de este tiempo, se ha ido implantando en Gernika y Mungialdea, en Oiz-Anboto, en Galdakao, Ugao-Orozko, Txorierri, Zona Minera y en Sodupe, Güeñes y Alonsótegi, “siempre en función de la necesidad pastoral y siempre primando la Eucaristía como plenitud del domingo, y en espera de ella con las ADAP”, apunta Ana Berrizbeitia.