En todas ellas es fundamental la colaboración del voluntariado y de un buen número de actores y actrices aficionados que cada año hacen posible llevarlas a cabo.
Balmaseda
El casco histórico de Balmaseda, se transforma en escenario viviente por Jueves y Viernes Santo: sus calles, el vestuario y el maquillaje de sus habitantes reproducen, con un realismo sorprendente, las últimas horas de Cristo. Esta Pasión Viviente se ha convertido en la representación más célebre del País Vasco.
Arkotxa
El barrio de Arkotxa, acoge este año la 56 edición de su Pasión Viviente, con las representaciones que tendrán por sus calles, organizadas por la asociación Gaztek Aki, en las que participarán en torno a 120 personas.
Durango
La asociación Juan de Iciar representa la muerte y resurrección de Cristo, en Durango, con la participación de 110 actores aficionados. Este año celebran su vigésimo novena edición y las representaciones tendrán lugar en la plaza de Santa Ana.