La riqueza multicultural del centro diocesano de Otxarkoaga ha posibilitado que durante los últimos años se esté trabajando la integración del alumnado de una manera especial. “No queremos una integración que quede sólo en el papel”, señala Ainara Goikouria, la responsable del Programa Piloto de Inclusión que el curso pasado puso en marcha el centro.
El programa nació para “favorecer” el acercamiento personal de aquellos colectivos que “convivían sin relacionarse entre sí”. La participación en el concurso de cortos `Antirumores´ organizado por el consistorio bilbaíno sirvió como colofón al año de trabajo.
Durante este curso han creado un equipo de trabajo específico sobre el tema para dar un paso más. “Hemos realizado diversas dinámicas y hemos trabajado en algunos proyectos como un taller de radio, creando una campaña de publicidad contra el racismo”, matizan desde la organización. Se muestran contentos por el primer premio recibido y por esa razón, ayer despidieron el curso y celebraron el galardón y la labor del alumnado con una fiesta a modo de despedida.
“Nos despedimos del curso con mil ideas para seguir trabajando en este proyecto ilusionante hasta conseguir una inclusión real que se refleje en el funcionamiento y en las relaciones interpersonales de todas las personas que formamos el Centro”, concluye Ainara.