Jose Mari Intxausti explica que el motivo de este proyecto, que ayer se presentó, es el de hacer un trabajo conjunto que diseñe el futuro “más moderno” del tratamiento de nuestro patrimonio “con el objeto de poderlo mantener”. También se quiere optar de forma conjunta al apoyo de los fondos “Next Generation”, creados por la Unión Europea como un instrumento de garantía para una recuperación sostenible, uniforme, inclusiva y justa de los Estados miembros y reparar los daños económicos y sociales causados por la pandemia.
Visitas más dinámicas y didácticas
Europa ha dotado al Estado Español de unas cifras importantes de dinero para diferentes proyectos, entre ellos de desarrollo de turismo. En éste se quiere presentar una nueva forma de concebir las visitas a las iglesias en un futuro “queremos digitalizar los temas de conocimiento, saber trasmitir, realizar visitas más dinámicas y didácticas. Más actualizadas”.
Primeros pasos
La diócesis de Bilbao ha hecho el trabajo de base. “Llevamos casi un año trabajando con la consultoría Bultz Lan de Cáritas y estableciendo contacto con otras Diócesis”.
Ayer se dio a conocer a los asistentes la tarea desarrollada hasta el momento “ahora ellos tienen que elegir su modelo y su particularidad. Luego vamos a trabajar en red para que eso tenga una conexión y un nudo central, que es el medievo. Queremos reivindicar el gran valor de la Edad Media desde el punto de vista religioso y también dar a conocer el papel de las mujeres en la Edad Media, que era mucho más importante de lo que se cree”.
En la sesión, que tuvo lugar ayer en Bilbao y en la que participaron veinticinco personas, se han dado los primeros pasos. “Uno de los objetivos es plasmar el proyecto en un templo de nuestra diócesis, integrando las distintas dimensiones que forman parte del mismo: religiosa, histórica, artística, etnográfica, etc., tratando de mostrar el significado del templo en su entorno y de mantenerlo en el futuro”.
Con este proyecto piloto se ha empezado a crear una interrelación para otros conocimientos de intercambio cultural y patrimonial entre Diócesis “Es muy interesante. Es una puesta en marcha de algo mucho más amplio. También de colaboración, que es fundamental, porque esto no lo haría nadie solo”, concluye Intxausti.
Patrimonio cultural, motor económico de las comarcas
Pablo Delclaux, director de la subcomisión episcopal para el patrimonio cultural de la Conferencia Episcopal Española (CEE), presente en la jornada de ayer en Bilbao, explica que, desde hace unos años, en la CEE trabajan para que el patrimonio cultural de las Diócesis sea motor económico de las comarcas, especialmente en el mundo rural. “En primer lugar, -dice- para fijar el territorio de lo que llamamos la España vaciada. Para que sea también motivo de recursos económicos de forma indirecta, para la hostelería, para la artesanía, para la agricultura, para todas esas gentes que trabajan en los pueblos y que no tienen ya apenas modos donde poder explotar su producción y también para el mantenimiento del propio patrimonio”.
Por eso, Delclaux considera que son muy importante reuniones como esta que tuvo lugar ayer en Bilbao “para poder formar redes entre las diferentes diócesis y poder conseguir entre todos favorecer y dinamizar la economía del mundo rural especialmente”.
Delclaux resalta que se está estudiando hacer una red a través del Medievo “El Medievo dura casi mil años y entre toda nuestra geografía tenemos diferentes situaciones. Es muy interesante, porque es muy rico y muy variado en nuestra geografía”. En est proyecto –añade- cada diócesis aporta su idea en concreto, “Tenemos muchas ideas en común que son enriquecedoras: para poder crear rutas, para poder crear nuevas expectativas que favorezcan a nuestro patrimonio y, sobre todo, a nuestra sociedad desde el punto de vista económico para ayudar en la fijación de población en el mundo rural y, también desde el punto de vista cultural: poder abrir nuestro patrimonio, para que la gente entienda mejor nuestra sociedad: de dónde venimos y hacia dónde vamos”.
Delclaux reconoce que es muy importante repartir los recursos en todos los sentidos. “culturales, económicos, sociales, turísticos…, y, poder tejer estas redes que nos ayuden a todos a crear una sociedad, más sostenible, más justa y, en definitiva, con más cultura”.