El mercedario Koldo Guenaga, natural de Mendexa, fue durante 25 años párroco en El Buen Pastor y Santa Teresita de La Peña, Santa María de Ollargan y San Isidro Labrador de Buia. Posteriormente, la orden mercedaria le destinó a la archidiócesis de Valladolid, donde ha permanecido más de dos décadas. En La Peña y los otros barrios en los que estuvo, todavía hay gente que le recuerda con cariño y algunos le han visitado en Valladolid durante estos años.
Aunque hace un tiempo que Koldo estaba delicado de salud, el fallecimiento de Güenaga ha sido repentino, ya que él hizo vida normal hasta el final. El mismo día de su muerte había celebrado la Eucaristía del 4º Domingo de Adviento en la iglesia parroquial de la Merced, comió con sus compañeros, se fue a descansar y ya no despertó.
El teólogo Xabier Pikaza ha escrito una semblanza en la que le recuerda: aquí