El obispo, Joseba Segura, finaliza su felicitación de Navidad rodeado de algunos de los jóvenes que participaron en el acto de la Luz de la Paz de Belén del pasado domingo. Un gesto que cobra un especial simbolismo ante la situación en Tierra Santa.
Este año se ha prendido la Luz por segunda vez. El Día de la Amatxu de Begoña, el pasado 11 de octubre, también se encendió el candil, de manera extraordinaria.
Como es habitual, en tiempo de Adviento, jóvenes eskautak de Bizkaia se reúnen con el resto de grupos de Euskalerriko Eskautak para recoger la Luz. En esta ocasión el encuentro tuvo lugar en Pamplona y de allí , la trajeron a Bilbao, donde se repartió a toda Bizkaia en la celebración presidida por el obispo.
Un viaje complicado por el conflicto en Tierra Santa
El traslado de la Luz de la Paz de Belén, que tradicionalmente llega a Viena, -desde donde se distribuye a toda Europa– procedente de Tel Aviv, ha sido diferente.
Debido a los graves problemas que existen en la zona y dado que el tráfico aéreo desde Tel Aviv se encuentra severamente limitado, la luz se recogió en Belén y se trasladó a Jordania. La llevó el fotógrafo Valid Kamar «cuya familia ha sido parte de la Luz de la Paz desde sus inicios».
Kamar llevó la luz hasta la capital jordana, Ammán y desde allí la trasladó en un vuelo regular hasta Viena, para distribuirla por toda Europa. Los eskautak la recogieron
En la celebración que tuvo lugar el pasado domingo en la iglesia San Vicente Mártir de Abando, grupos eskautak y de juventud de diversas parroquias recogieron la Luz para llevarla a cada lugar. En Autonomía-Indautxu, la recibieron al día siguiente, el lunes 18.
Mensaje
En su felicitación de Navidad el obispo realiza una referencia explícita a tantos «santos inocentes«, que en Tierra Santa y en otros muchos lugares, «mueren a manos de quienes matan, justificados en la ilusión de su propia bondad».
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