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16.06.2022
Su funeral tendrá lugar mañana viernes en la parroquia de La Mercedes de Las Arenas, a las 19:00 h.

Ha fallecido el presbítero Eugenio Altazubiaga “hombre optimista y gran compañero”

Eugenio Altazubiaga liturgiarako Eleizbarrutiko arduraduna izan zan hainbat urtez. Bere arimaren aldeko hileta-eleizkizuna bihar ospatuko da Areetan.
Ayer falleció, en Bilbao, el presbítero diocesano Eugenio Altazubiaga, a los 88 años de edad. Su funeral tendrá lugar mañana viernes en la parroquia de Las Mercedes de Las Arenas, a las 19:00 h., y esta tarde será enterrado en Karrantza. 

Eugenio nació en Galdames el 15 de noviembre de 1933. Fue ordenado presbítero el 6 de julio de 1958, en la basílica de Begoña y su primer destino estuvo en Karrantza, como ecónomo de San Esteban y encargado de Presa-Karrantza. En 1965, le nombraron arcipreste de Karrantza y, en 1968, pasó a ser miembro del Consejo Asesor del Obispado. Posteriormente estuvo dos años realizando estudios litúrgicos en Brujas (Bélgica) y a su regreso le nombraron ecónomo de la parroquia Virgen del Mar de Santurtzi. De 1973 a 1980 fue vicario Episcopal de la vicaría II, además de párroco y moderador del equipo presbiteral de Balmaseda.
Entre los años 1981 y 1990 dirigió el Secretariado de Liturgia y fue moderador de los equipos presbiterales de Retuerto y El Regato.
De 1996 a 2001, miembro del Consejo de Presbiterio y de 1996 a 2001, miembro del Colegio de Consultores. Su último destino pastoral, hasta su jubilación, estuvo en la vicaría VI, como párroco de Ntra. Sra. de las Mercedes de Las Arenas, donde mañana será su funeral, a las 19:00 h., y de Santa Ana de Las Arenas.

Siempre a disposición de todos
El presbítero Jose Gómez, que convivió varios años con Eugenio, ha sentido mucho su perdida. Le define como “un gran sacerdote y un gran compañero” y como una persona con muchas inquietudes culturales, al que le gustaba la música, la pintura y la literatura “podía haber sido un hombre del renacimiento”. También recuerda que Altazubiaga disfrutaba mucho cada vez que volvía a Karrrantza y que “tenía gran amor por la naturaleza, en general –la huerta, los árboles- y por la apicultura en particular”. Siempre mantuvo el interés por la historia de todos los valles de Karrantza y editó varios títulos sobre la zona.
De su vida como presbítero dice que Eugenio lo mismo estaba con los enfermos, que, en el confesionario, o donde tocara, “siempre a disposición de todos”, con un carácter “muy optimista, muy de estar con la gente y muy respetuoso con las personas. Se estaba a gusto con él”.
Eugenio impulso y colaboró activamente con numerosos grupos en los destinos donde estuvo, desde Gesto por la Paz a la Pastoral Penitenciaria. También tuvo mucho sentido misionero, aunque no llegó a ir a misiones. Si lo hizo su hermano Txomin Altazubiaga, también presbítero diocesano, fallecido ahora hace dos años, el 6 de junio de 2020, que pasó un tiempo como misionero en Brasil.

Asequible, comprensivo y constructor de paz
Así le define Loli Ullate, que ha colaborado con Eugenio desde que él llegó a la parroquia de Las Mercedes “hace veintitantos años”, en la liturgia, en el coro de la parroquia, en la Adoración Nocturna o en la Pastoral de la Salud, área que Altazubiaga cuidó mucho –recuerda- “visitar y atender a las personas enfermas siempre lo llevó a rajatabla”. En Las Arenas todo el mundo le conocía “ha sido un señor, grande, grande, en todos los sentidos, que se ha dedicado a hacer el bien”.
Le define como un cristiano íntegro que, además, nunca se enfadaba, siempre atendía a todo el mundo y dejaba todo lo que estaba haciendo por atender “trabajaba por todos”. ¿Qué le gustaba hacer? Rezar “era un hombre de oración”. También le gustaba mucho el canto “el coro de la parroquia está gracias a él”.
“Ha sido un hombre genial y su fallecimiento deja un gran vacío”, dice Ullate, que además de colabrar en la parroquia, desde hace ya un tiempo cuidaba de Eugenio, que estaba bastante delicado de salud “pero no ha dado guerra”.
Eugenio Altazubiaga fue durante varios años el responsable diocesano de liturgia y no sólo se preocupó de su formación sino también de la de las personas que colaboraban con él. Loli acudió a cursos de liturgia en numerosas ocasiones, en Salamanca, Madrid, o Barcelona, donde estuvieron varias veces y recuerda con especial cariño una ocasión en la que también fueron Carmelo Echenagusía, que años más tarde sería obispo auxiliar de Bilbao y Eusebio Martija, que era responsable del Archivo Diocesano.
Humilde como él solo y servicial
El presbítero José Luis de la Fuente, le conoció en el Seminario “Eugenio –dice-, además de haber sido un gran amigo, era un hombre bondadoso. No sólo un hombre bueno, sino bondadoso, humilde como él solo y servicial. Hombre muy piadoso, un cura de oración. Para mi todos son elogios”.
Goian Bego!

Eugenio Altazubiaga