La directora del Secretariado del Laicado, Marisa Arias, explica que, a pesar del formato que las actuales medidas imponen de mascarilla y distancia han podido disfrutar «del regalo del encuentro entre nosotras y también con QUIEN nos sostiene y alimenta la fe. Ese Dios encarnado que se hace presente en lo cotidiano sosteniéndonos con amor y ternura».
El lunes a la tarde recibieron la visita del vicario General, Kerman López y ayer miércoles el obispo, Mons. Joseba Segura, se acerco a celebrar la Eucaristía con el grupo.
En este retiro, Inma y Edurne Otxa de Chinchetru invitaron con su propuesta «a mirar el pasado con agradecimiento, el presente con pasión y el futuro con esperanza. Y así -concluye Arias– nos hemos vuelto cada uno a nuestro lugar en la vida y en la pastoral, con el encargo de hacer llegar a otras lo que juntas hemos experimentado y compartido. Mil gracias también a la comunidad de hermanas de Berriz por abrirnos su casa y cuidarnos tan bien».