El óbolo de san Pedro simboliza el sentido de pertenencia a la Iglesia
La nota de vicaría general explica que el óbolo de San Pedro «es signo de comunión con el sucesor de Pedro, y también de atención a los más necesitados, a quienes el Papa ha de cuidar».
Es una práctica que tiene sus orígenes en las Sagradas Escrituras
San Pablo, en las Iglesias que fundó, promovió la colecta a favor de la Iglesia Madre: “lleven a Jerusalén el don de vuestra generosidad” (1ª Cor 16, 1-3).
Con recorrido en la historia de la Iglesia
El Óbolo como donación al Sucesor de Pedro tomó forma estable en el s. VII como expresión de la unidad de la Iglesia y de corresponsabilidad eclesial.
El término “Óbolo de San Pedro” resurgió como reacción de los católicos, tanto en Europa como en ultramar, en el periodo de crisis que supuso el final del Estado Pontificio (1870).
Desde la diócesis se enviará a la Santa Sede el conjunto de lo recogido. Ingreso en las cuentas del Obispado con el concepto “óbolo + nombre de la parroquia”.