Yolanda Gibaja, del grupo San Adrian Orbeltz Eskaut taldea y de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak, relata que, en cuanto comenzó a nevar, se acordaron de los jóvenes polizones a los que acompañan mensualmente con un té caliente en el mismo puerto. Amanecieron con las tiendas y los sacos empapados a consecuencia de la nieve y pensaron poner a disposición de ellos los locales parroquiales. Una vez dispusieron del permiso del párroco Jovaisa Herrán, difundieron en redes y entre sus contactos la iniciativa.
El presbítero señala que aceptó la propuesta del grupo eskaut porque considera que “un grupo de Iglesia no puede negarse a dar cobijo a unas personas sin techo y con más razón con este frío”. Considera que esta acción está en “consonancia con el Evangelio y muestra el ser cristiano del grupo eskaut de la parroquia”. Herrán se muestra “orgulloso” porque este grupo de jóvenes haya propuesto esta iniciativa de acercarse a esas personas para darles cobijo “que es una obra de misericordia”.
El barrio se solidariza
“La gente se solidarizó de inmediato y empezaron a traer esterillas, sacos, comida…”, relata Yoli. Acondicionaron una clase como dormitorio y otra como comedor. Los 17 jóvenes que se acercaron pudieron pasar una noche con calor humano. “Ayer por la mañana salieron de los locales y volvieron al campamento, porque ellos están aquí de paso y no quieren perder la oportunidad de salir de aquí”. Interrumpe la conversación para referir que acaban de llegarle algunas fotos de Zierbena para informarle que “ahora mismo, están desmantelando el campamento”.