Durante el momento de oración, la comunidad católica Ucraniana pedirá a la Madre de Jesús la protección «para las personas más débiles y vulnerables».
Caritas Bizkaia se suma a la llamada de la red Cáritas en apoyo al trabajo de Cáritas Ucrania.
UCRANIA SE DIRIGE A UNA CATÁSTROFE HUMANITARIA
Cáritas Internationalis insta a garantizar la protección y el acceso a la ayuda humanitaria
Cáritas está profundamente preocupada por el impacto de esta intervención en la población local, que ya vive en condiciones críticas ocho años después del inicio de la crisis que mató a 14.000 personas y desplazó a otros 1,5 millones.
La Confederación Cáritas está lanzando un llamamiento de emergencia para apoyar el trabajo de Cáritas Ucrania. El programa tiene como objetivo apoyar a las personas afectadas por el conflicto con alimentos, agua potable, alojamiento seguro y kits de higiene, así como garantizar un transporte seguro para que las personas vulnerables puedan reunirse con sus seres queridos y acceder a zonas seguras.
“Necesitamos vuestro apoyo para tener la oportunidad de responder a la crisis humanitaria y ayudar a las personas afectadas por la guerra”, dice Tetiana Stawnychy.
Las cifras de las necesidades de emergencia ya eran dramática antes del ataque: “Había 2,9 millones de habitantes locales a ambos lados de la línea de contacto que necesitaban asistencia humanitaria. Hoy, ese número está aumentando exponencialmente”, agrega Stawnychy.
“No podemos ignorar las trágicas implicaciones humanitarias de esta guerra”, ha señalado el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John. “Es deber de la comunidad internacional proteger al pueblo ucraniano y garantizar su acceso a asistencia vital”.
Caritas Internationalis subraya la urgencia de que todas las personas puedan acceder a la asistencia humanitaria, en particular los más vulnerables, y que se garantice la libertad de movimiento para quienes huyen del conflicto. “Todos estamos llamados a actuar. Lo que está ocurriendo en Ucrania está poniendo en peligro la estabilidad y la paz internacionales y, como subrayó el Santo Padre, está ‘desacreditando el derecho internacional’”.