El delegado diocesano de Ecumenismo, Miguel Ángel Esnaola, que forma parte de la Mesa de Diversidad Religiosa de Bilbao, fue una de las personas que recogió el galardón de parte de dicha entidad. En su mensaje destacó que cada vez más, nuestras calles y plazas van teniendo mayor densidad humana, «lo cual nos requiere una mirada nueva, abierta y confiada. Es una sociedad en devenir, en un proceso incabado, con viejas heridas no sanadas y con nuevos retos por afrontar juntos».
Para Esnaola, la Mesa de la Diversidad Religiosa del Ayuntamiento de Bilbao «es una expresión firme de nuestra voluntad de comunión y fraternidad entre las 10 religiones ahí representadas. Nos requiere un ensanchamiento que pase de ‘los míos’ y ‘los otros’ a un nosotros tan plural como unido e inclusivo».
Afirmó que la Iglesia Católica viene de una historia en exceso impositiva y prepotente. «Necesitamos –dijo-participar y crear humildemente espacios plurales, donde se dé una tensión creativa, que escuche y acoja lo diferente, una espiritualidad del diálogo que nos haga corresponsables, que practique las justicia y busque el bien común, la paz y la convivencia. Necesitamos cuidar especialemente a aquellas personas que son consideradad últimas. Gracias por ofrecernos esta oportunidad»
Día de las personas migrantes
En el año 2000, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó que el 18 de diciembre se marcara en el calendario como el Día Internacional de las personas migrantes. Tomando este testigo, el Gobierno Vasco decidió el pasado año celebrar esta efeméride reconociendo y premiando el trabajo y las buenas prácticas de las administraciones locales y de las entidades e iniciativas involucradas en la integración de las personas migrantes en la sociedad vasca.
La primera edición de estos premios se celebró el año pasado en Zarautz y, allí mismo, sobre el escenario, Bilbao cogió el testigo para esta edición. El próximo año, se trasladará a Laguardia.