Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones, en estos primeros meses del año ya se contabilizan más de 500 personas migrantes muertas, intentando atravesar el Mediterráneo.
Los Círculos de Silencio de marzo, se harán eco de la realidad de las mujeres que han dejado sus hogares en busca de una vida mejor para ellas y sus familias. “De las mujeres que ayer y hoy huyen de la violencia y de guerras que ellas no han provocado, y que en su camino queda expuestas a otras violencias ante la falta de garantías para un tránsito seguro. También nos hacemos eco de la realidad de las mujeres que no están pudiendo huir con sus familias para salvar la vida. Negándoles su derecho a la vida y a la protección internacional”.
Inciden en que la migración en Euskadi tiene rostro de mujer Latinoamericana, del Magreb, de Oriente medio, de África subsahariana, de Europa del este, de Asia. “Mujeres valientes que cuando llegan se encuentran con los muros del racismo, sexismo y clasismo. Muros que las excluyen de derechos básicos y que limitan su desarrollo personal, profesional, así como su derecho a la vida en familia. Cada vez son más las mujeres viviendo en situación de calle con la vulnerabilidad añadida que conlleva el hecho de ser mujeres. Ante el debilitamiento de nuestro sistema de protección, las mujeres y la infancia se ven mas vulneradas».