Mons. Mario Iceta tomó posesión de la sede de Burgos el pasado 5 de diciembre de 2020, convirtiéndose en el 41º arzobispo de dicha archidiócesis. En su homilía del sábado señaló que el camino de la Iglesia actual son las minorías creativas, “no las grandes masas; pequeños lugares donde conocemos nombres y rostros, espacios de vida y amor, de misericordia y no de juicio. Necesitamos vivir la salvación como conversión y salir al encuentro de los abatidos y heridos, que la gente pueda percibir en nosotros ese amor”.
El palio
Es una banda de lana virgen de seis centímetros de ancho, cosido de forma circular y que se coloca sobre los hombros de los arzobispos. Cuenta con dos tiras de lana que cuelgan sobre el pecho y la espalda y está adornado con seis cruces bordadas en seda negra. Se trata de un distintivo litúrgico cuyos orígenes se remontan al siglo IV y que es símbolo de la comunión que existe entre los arzobispos y el obispo de Roma, además de significar la misión de los obispos como «Buen Pastor» que lleva en hombros a sus ovejas.