La comisión de personas voluntarias que se encarga del mantenimiento del templo de San Juan de Gaztelugatxe invita a celebrar el fin de año en los franciscanos de Bermeo. Así lo anuncian a través de una nota dirigida a los «bermeanos en particular y a los devotos de San Juan de Gaztelugatxe«. En la misma, informan que «el camino, las escaleras y la plazoleta de la iglesia no se encuentran en las condiciones adecuadas» para realizar celebraciones.
La otra vía de acceso al templo, por Ermu, tampoco se encuentra en mejor estado y así lo atestigua el grupo ya que, en varias ocasiones, su coche se ha quedado hundido en el barro «incapaz de moverse».
Una tradición con 30 años
Teniendo en cuenta esta situación y porque «no queremos que nadie resulte dañado ni herido en un día tan especial», los guardianes de San Juan han decidido trasladar la misa a otra ubicación. Este grupo de personas voluntarias se dedica en cuerpo y alma a mantener el templo y su culto, así como a realizar obras de mejora y conservación del entorno. Todos los sábados del año se acercan al lugar para limpiarlo y cuidarlo.
La costumbre de celebrar la eucaristía del 31 de diciembre en la ermita comenzó hace unas 3 décadas. Como en otras ocasiones, una vez finalice la misa se repartirá chocolate caliente y bizcochos entre las personas asistentes.
Eucaristías en la ermita en días señalados
La comunidad de franciscanos se encarga de presidir las misas que se celebran en el templo durante unos días concretos del año. El día de San Juan Bautista, el de San Juan Degollado, el 31 de julio, y el 31 de diciembre son algunas fechas señaladas en el calendario de misas del templo.
No es la primera ocasión en la que se tienen que suspender las eucaristías dado el mal estado del camino. Con motivo de la pandemia, tampoco hubo celebraciones durante dos años.