Jose Ignacio Mendizabal Bilbon jaio zan 1929.eko otsailaren 18an eta 1956.eko uztailaren 18an abade egin zan. Abade eginda, Gordexolako San Esteban Lehen Martiria parrokian jardun eban, gero ekonomo lez Irazagorrian eta beranduago Zalduko arduradun lez.
1969an, Bilbora bialdu eben Familia Santua parrokiako abade lagunkide lez eta 1983an Uribarri auzo bereko San Migel parrokiako -gaur egun ez da existitzen- ekonomo izendatu eben, bera izan zalarik beronen sorreran lagundu ebenetako bat, gertutasun handiagoa lortzeko asmoz.
Bitan aukeratu eben (1984 eta 1996an) Artxandape eskualdeko ordezkari. 1991tik hasita, Ekonomia-gaietarako Batzordeko kide izan zan eta 1996tik hasita, Abade Kontseiluko kide. Erretiroa hartu aurretik, Bilboko Familia Santua parrokiako abadeen taldean egon zan moderatzaile lez. Azken urteak San Bizente abade-etxean emon ditu.
Irekia eta gertukoa
Paco Garcia Lopez abadeak Seminarioan ezagutu eban; hainbat kurtsoko aldea eben, baina adiskide izan dira azkeneraino. Pacok sarri bisitatzen eban eta bere esanetan, “bere bizitza besteen zerbitzura” jarri dau, “gertukoa” zan, nagusi eta txikien bizilagun izateko gauza, “hurkotasuna bilatzen eban. Gazte eta umeakaz egoten ekian”. Eta holan izan zan beti, Irazagorriatik Uribarriraino. “Irekita egoan Vatikano II. Kontzilioaren jarraibideetara eta komunikabide eta sare barrietara. Lagunen lagun, abade eta laikoen lagun”.
Enkarterrin egon zanean, bertan egozan “abadeek oso hartu-emon ona eben, alkar ulertzen eta laguntzen eben”. Taldeak (Gueñes, Sodupe, Zalla eta Gordexola) eraginkortasunez jardun eban Sodupeko ikastetxean, eskolak emonez eta ikastetxeari lagunduz.
JIM
Familia Santua parrokiatik bertan egon zanean Jose Ignacio Mendizabalegaz hartu-emona izan eben lagun batzuk sinatutako idazkia bialdu deuskue. Bertan, maitasun eta esker onez gogoratzen dabe:
“El padre José Ignacio Mendizábal, más conocido por JIM entre sus parroquianos y también por padre Iñaki Mendizábal, entre sus innumerables fieles de su amada Puerto Rico donde tantos veranos pasó, nos ha dejado tras 95 años de vida. (Facebook nos ha chivado que nació el 18 de febrero de 1929), porque esta fue una de sus aficiones tras su jubilación, pues tenía el muro “calentito” al permitirle mantenerse en contacto con los amigos y amigas que tanto le querían en el otro lado del charco). Durante varios veranos también viajó a República Dominicana, donde las necesidades eran grandes y trabajó con los más pobres.
Su vida como párroco la dio principalmente en la Sagrada Familia del barrio de Uribarri en Bilbao, La Aneja, como la llamaba él e informalmente, ‘Laneja’.
Gazteak
Hizo una gran labor entre los jóvenes, manteniendo durante décadas en activo un gran equipo de monitores con mucha motivación que atendieron a niños y a jóvenes tanto en el tiempo libre como catequesis, confirmación, salidas, campamentos, recogidas de papel,… Y cómo no, un amigo cercano de los niños (“Dejad que los niños se acerquen a mí”). Cada sábado les cautivaba en las inolvidables Misas de Niños, a la que ningún monitor ni catequista quería faltar. Ahora que menciono a las catequistas, qué gran grupo de señoras catequistas lideró. Y, cómo no, la inmensa lista de ‘limpianógrafas’ que limpiaban el templo y los locales voluntariamente, y a las que cada año llevaba de excursión en autobús con comida incluida, allá por mayo o junio en agradecimiento a su gran labor.
En los campamentos y salidas allí aparecía para celebrar la misa y llevar a los monitores algún ‘caramelillo’ y era recibido con las manos abiertas. Entre sus aficiones estaban la fotografía, prueba de ello es la inmensidad de cajas de fotos que había en la parroquia (desconozco si aún se guardan…), la pesca (su momento de meditación durante muchas noches por Elantxobe y otros rincones del mar Cantábrico, sólo o acompañado) y también la talla de madera (dejó una importante colección de bonitas obras realizadas por él).
También fue un gran gestor económico de la parroquia. Cada mes, escribía una carta en una máquina de escribir, que un gran equipo de ‘secres’ se encargaba de enviar a las familias ‘suscritas’ junto a un sobre donde depositar dinero para colaborar económicamente en el sostenimiento de la parroquia. Siempre empezaba algo así como ‘Querida familia, ¡Paz y Bien!’. Un ecónomo voluntario hacía el cómputo de las colectas…
“Coach”
Los veranos los pasaba en Puerto Rico celebrando misas con cientos de fieles que le llenaban la camisa clara de pintalabios, de los abrazos que le daban, pero incluso en sus estancias allí se acordaba de los de aquí mandándonos postales… Fue un gran ‘coach’ en todos los sentidos, como diríamos en el lenguaje actual. No olvidaremos la fiesta de jubilación que se le hizo en la parroquia, pero como gran párroco, nunca dejó de ejercer…
Sus últimos años en la Residencia San Vicente los vivió entre el cariño de sus compañeros y cuidadores y lo hizo su hogar. Había personalizado su habitación (era como lo que había sido el piso donde vivió pero en pequeño) con un balcón repleto de plantas (quizá otra de sus aficiones ¡qué tomates salían en aquella terraza de Anselma de Salces 1!, lugar donde preparaba un sencillo pero acogedor desayuno a quien encontrara por la calle). En la visita de su 91 cumpleaños casi no pudimos hablar con él, por las innumerables llamadas que recibió en las 2 horas que estuvimos juntos. Tenía una mente brillante, era un gran conversador y lo fue hasta hace muy poco, que su salud no se lo permitió.
Aunque ya había vivido una larga vida, a todos los que le conocimos la noticia nos ha dejado el corazón encogido. Debería ser inmortalizado. QEPD JIM”.