Roberto Vidal, director de las residencias diocesanas, explica que estas visitas son parte habitual de la rutina del obispo de hacerse presente en los espacios en los que viven los sacerdotes mayores “cuidando la cercanía y también, para aprovechar para conversar sobre la actualidad de nuestra Diócesis y escuchar a los residentes en aquellas cuestiones que ellos quieran plantearle”.


