La mayoría de los capellanes que celebran misa en los monasterios de clausura son religiosos y muchos de ellos son mayores de edad. Por esa razón, durante este tiempo de confinamiento no han podido acudir a los conventos. Las siete monjas pasionistas contemplativas del monasterio de Nuestra Señora de los Dolores y Santa Gema, tampoco han tenido misas durante algún tiempo pero este domingo celebrarán el día Pro Orantibus en comunidad, con el rector del Seminario diocesano, Aitor Uribelarrea. El monasterio celebró el año pasado el centenario de su instauración en Bilbao “y fue el primero de la congregación en todo el estado”, detalla la superiora, nacida en Galicia y desde hace 60 años en Bilbao. «Era muy joven, tenía 17 años«, destaca con un marcado acento gallego.
Mientras hablamos le llaman al teléfono y atiende también a algunos obreros que están realizando unos trabajos en el convento. Como en otros lugares de vida contemplativa, comprobamos que tienen todo el tiempo ocupado. La mayoría del mismo para rezar. Durante la pandemia, dedican más tiempo todavía a la oración. «Hemos doblado el tiempo de la exposición al Santísimo, diariamente de 17:30 a 19:30 h».
Una nueva monja en Arabella
El año pasado las monjas de la comunidad que residían en Valencia cerraron las puertas y se trasladaron a Bilbao. Recientemente se ha incorporado una monja mexicana de 37 años. “Es la más joven y está muy contenta y nosotras también con ella”, recalca la superiora.
Actualmente las monjas Pasionistas viven en 41 monasterios, repartidos en 15 países.