El Plan diocesano de Evangelización entra en una nueva etapa tras la reflexión realizada por los Consejos que asesoran al obispo. En la última sesión del Consejo Pastoral Diocesano (CPD), los consejeros valoraron el Plan como «plural e ilusionante, aunque más vivencial que estratégico«. Los participantes observaron también la dificultad de priorizar algunas acciones. Señalaron además, que en algunos lugares todavía no habían tenido tiempo de responder a la consulta sobre la lectura implicativa. Por este motivo, se decidió reabrir el plazo para volcar las respuestas. Aplicativo aquí.
Grupos de trabajo para sistematizar las acciones propuestas
«Ha habido mucha pluralidad y diversos subrayados en las respuestas» , señalaron desde la Comisión Técnica. En este sentido, y con el objetivo de «ayudar a las comunidades y a las diversas entidades de Iglesia a programar el curso que viene teniendo presente un acento del VI Plan como hilo conductor de su actividad», se propuso formar equipos para identificar y sistematizar una batería de insistencias. A tal efecto, se formará un equipo por cada reto del Plan conformado por miembros de la Comisión Técnica y el Consejo Pastoral Diocesano. Estos grupos serán los encargados de identificar los subrayados más propuestos por los grupos, las acciones que sean más fáciles de replicar en otras realidades y las novedades más reseñables que han identificado las comunidades católicas de Bizkaia parra poner en práctica en el Plan.
Cronograma del Plan diocesano
Tras la identificación del hilo conductor que se proponga, a partir de la reflexión del Consejo Pastoral Diocesano, el Consejo de Presbiterio buscará las maneras más adecuadas para que los agentes de pastoral acompañen el proceso en sus realidades eclesiales.
Antes de concluir este curso pastoral, los Consejos Diocesanos presentarán sus trabajos al Consejo Episcopal para que «avale y anime a vivir la misión evangelizadora de nuestra Iglesia según los acentos e hilo conductor surgidos del trabajo conjunto de quienes representan los mil colores de la Iglesia diocesana», concluye el vicario general, Kerman López.