La celebración de envío de nuevos Referentes Parroquiales -explica el vicario territorial de la vicaría I, Sergio Buiza- se desarrolló en un tono cercano y de familiaridad, “con deseo de sentir que la fuerza del Espíritu del Señor nos siga acompañando en nuestra misión evangelizadora y de vivencia de la fe en la Zona Minera”.
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En este curso -explican- los acompañarán unos “cencerros” que se repartieron entre las diferentes parroquias, con un deseo claro: “Así como nos recuerdan el despertar de la tierra, llamar al renacer de la naturaleza. Los cencerros, pretenden representar el deseo de nuestras comunidades para que nuestros sentidos despierten a la escucha y nos hagan capaces de desarrollar una gran sensibilidad para reconocer, diferenciar y acoger tantas y tantas esquilas que vibran a nuestro alrededor”.
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«Dejándonos inspirar por la acogida y la escucha incomparables de Jesús, reavivemos el calor de la acogida de nuestras comunidades dejando vibrar y resonar todos los cenceros distintos, todos los “zintzarriak” que nos aporta la variada riqueza de personas y grupos con quienes pretendemos compartir el mensaje del Reino.
Mila kolore dantzan bihotzetan……”
Despedidas y acogidas:
La celebración también sirvió como despedida de algunas personas que dejarán de estar en la Unidad Pastoral: Álex Andreu y David Garrido, que cambian de destino pastoral y la despedida por cierre de dos comunidades de vida consagrada, con largos años de presencia en la zona: Las Franciscanas de Montpelier su comunidad en Ortuella, y las de la Presentación de María su comunidad en Muskiz.
Y de acogida de los sacerdotes Roland Mpia, como miembro del equipo presbiteral y de Krzysztof, como auxiliar en la Unidad Pastoral, así como de Fran Albalá, como responsable de Adultos y Familia y la presencia de Gaizka Egaña, como seminarista en su fase de formación.