Ya están los materiales del Plan, fruto del trabajo comunitario que se ha llevado a cabo en la Diócesis de Bilbao desde hace más de tres años.
La hoja de ruta abarca varios aspectos con la intención de «renovar la vida creyente en todas sus dimensiones esenciales, en sus múltiples facetas», tal y como expresa el obispo en la carta de presentación.
Cronología y mirada creyente en el Plan
En el documento que hoy se presenta se recoge una cronología del proceso de gestación del Plan que se inició en el Goazen! del 2019.
En la lectura a la realidad en la Iglesia y en la sociedad se constata el pluralismo religioso creciente, la secularización cultural y la necesidad de una actitud más positiva de la Iglesia hacia las nuevas situaciones «desde la aceptación de la condición de minoría».
Juego de naipes
En el marco de la lectura implicativa del VI Plan Diocesano de Evangelización se presenta un Juego de Naipes como una herramienta pedagógica para trabajar las prioridades que se presentan en el mismo.
Lema, visión y retos
La última parte del documento que recoge el Plan recoge el lema, la visión y los cuatro retos que se plantean con sus líneas de trabajo y acciones.
«Es el momento de la implicación personal y comunitaria. Se trata de que las diversas realidades eclesiales se inserten, asuman y adecúen el Plan desde su propia identidad, sabiéndose parte de una misma Iglesia local», se señala. La realización del Plan es responsabilidad del Obispo que con su Consejo Episcopal «asume como tarea prioritaria para los próximos cinco años».
Para facilitar el seguimiento, el Obispo y su Consejo Episcopal se dotarán, «al igual que en ocasiones anteriores«, de la colaboración de la comisión técnica.
A esta comisión se le encomienda entre otras tareas la de coordinar la puesta en marcha, seguimiento y la evaluación final, proponer la elaboración de materiales de apoyo, sugerir indicadores para la consecución de los objetivos y la realización de las acciones, así como ayudar en la ejecución de gestos diocesanos.